Te pareces a mí en todo.
Eres un ser maravilloso.
Me ruborizaría hablar tan bien
de mí mismo, pero dicho en ti es otra cosa.
¡Te pareces tanto a mí!
Me asombra tu mirada penetrante,
esos espléndidos ojos azules
que a la vez me contemplan.
Adoro tu piel, envidio tu hermosura
y sin embargo, ¡te pareces
tanto a mí! que a veces pienso
si no estaré hablando de mí mismo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario