Adolfo González

EL HOMBRE QUE QUISO VIVIR EN UN POEMA

El tipo ignora cuántas
veces quiso vivir
metido en un poema.

Pues nunca se le convertía en casa,
ni visos daba seguros de convertirse,
fugóse con el impasible tiempo tal
querencia de sus ansias.

Pero una vez, de noche, la sorpresa
del poema le abrió la puerta
y le dijo que tranquilo, que se sintiera
como en su casa (que ya lo era).

Y desde entonces, ansia satisfecha,
sentado en el sillón
hondo de la salita del poema,
lee los ojos del lector de turno.

No hay comentarios: