Si alguna vez viste en medio de la calle
a dos personas que llevaban esposadas
no es imposible que una de ellas haya sido yo
que me volvía a desterrar.
Y esa mañana tenía como tú
tantos sueños
sobre el trabajo que encontraría,
sobre un paseo en la calle y bajo las luces,
sobre un poco de sol...
Y a él
que de pronto los barrotes lo ataron a su cuerpo
también él tenía grabados sus sueños
en su duro rostro.
(Se lo llevaron en la madrugada a las 6 de lado de su mujer.)
Cuando veas en la calle a dos personas
con esposas
no creas nada más
no creas nada menos.
Dos personas
Como tú.
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