Juan Bañuelos

EL MAPA

He mirado la patria largamente.
Se le nota tristeza hasta en el mapa.
Las personas mayores nos explican
que es libre, sin acecho atentísimo de zarpas.
Y a punto estuve de quedarme ciego
porque a la patria la oscurecen llagas,
la pisan botas, se le cierran puertas:
necesaria prisión con calles vigiladas.
Con el sudor de todos levantamos la espera,
pues no hay dolor que dure lo que dura una mancha.
Que sabemos de noches, de sentencias, amigos,
pero también sabemos que llega la mañana.
Despertemos, seamos el metal derretido,
lo que quiera la sed, la tierra trabajada,
lo que quieran las piedras, la sencillez del huerto,
lo que pidan las llamas,
en fin -al fin- la piel abierta en surco.
He visto largamente el mapa.
Pensé en mis hijos. Duele. Y eran todos los niños.
Fui deletreando el nombre de la patria
mientras buscaba dónde, dónde poner los ojos.
Y recordé de pronto algo que sangra:
Mexicano de tierra ensalinada,
desollado haraposo,
comedor de la noche y de las hojas,
catástrofe de costa a costa,
ando buscando a un pueblo,
ando buscando a un pueblo.
Habla.


Miguel Maldonado

SABORIZANTE ARTIFICIAL

Las cosas aquí no van bien
La bolsita de salsa catsup
ya hasta tiene su abre-fácil
pero yo no avanzo

Un tip el tip necesario
siga la línea punteada
una los extremos
o jale aquí
(la vida bien podría resumirse
en esas tres indicaciones
sobre la cajita de cereal
una los puntos unir puntos)

No me tocó instructivo alguno
Nada advierte que quizá todo lo que sentimos
tiene colorante artificial

El frasco de alguna forma me lo decía
no hice caso al frasco
y en las cosas del amor
nunca agité antes de abrir


Miguel Maldonado

SERVILLETA EN MANO

Vi a la mujer por quien podría abandonar esposa e hija
luego a quien me haría abandonar las tres
ando buscando la mujer por quien abandonaría todas
no existe digo atravesando el bulevar

Lo más importante en este mundo
es cómo cruzar avenidas
esperas un tramo sin autos
ó te lanzas entre coches

Te veo del otro lado de la calle
eres la mujer más tierna a la redonda
Traías un moño en el pelo que te llevó horas
pero me interesó tu mejilla
los cabellos de la nuca

Comemos unas tortas
siempre tienes una servilleta en mano
sabes del aguacate traicionero
Tu mano siempre en servilleta
y termina echa bolita
así duermes
haces las cosas a tu modo

¡bolitas!


Dolores Castro Valera

LA TIERRA ESTA SONANDO

La tierra está sonando
y yo estoy desolada,
hueca por dentro, triste.
Mi juventud se tiende como el ala
rígida y negra de una golondrina.
Se me estremecen muy espesos árboles
y me duelen las aguas más tranquilas.
La tierra está sonando.
Llora de amor y hiere
mientras ama.
Y mata y acaricia.
¡Quién nos encierra duro
como la flor en su rojo silencio
de párpados ahogados
o de cerrados pétalos!
La tierra está sonando:
Aguas, espesos árboles:
¡Tierra sobre mi cuerpo!


Dolores Castro Valera

LA SANGRE DERRAMADA

Al borde del camino
lo encontramos
el mismo pantalón, la blusa blanca:
sobre su espalda
amapola de sangre.
Llaman de gracia al tiro
que enmudeció su boca,
ahogó su amor
y me dejó baldada.
El estallido
de aquel tiro de gracia
aún retumba
y aúlla en el aire, aúlla.


Octavio Paz

LA CALLE

Es una calle larga y silenciosa.
Ando en tinieblas y tropiezo y caigo
y me levanto y piso con pies ciegos
las piedras mudas y las hojas secas
y alguien detrás de mí también las pisa:
si me detengo, se detiene;
si corro, corre. Vuelvo el rostro: nadie.
Todo está oscuro y sin salida,
y doy vueltas y vueltas en esquinas
que dan siempre a la calle
donde nadie me espera ni me sigue,
donde yo sigo a un hombre que tropieza
y se levanta y dice al verme: nadie.


Octavio Paz

FRENTE AL MAR

¿La ola no tiene forma?
En un instante se esculpe
y en otro se desmorona
en la que emerge, redonda.
Su movimiento es su forma.

Las olas se retiran
¿ancas, espaldas, nucas?
pero vuelven las olas
¿pechos, bocas, espumas?.

Muere de sed el mar.
Se retuerce, sin nadie,
en su lecho de rocas.
Muere de sed de aire.