dejaré mis ojos marchitos
y mi corazón abierto
al borde del arroyo
.
dejaré que mis pies toquen el agua
-si tan solo eso bastara
para limpiar el alma de todo pecado-
.
en la orilla
arrojaré un poema al aire
y veré cómo en vez de convertirse en pájaro
se aleja perdido en nubes de lluvia y fantasmas
-desde allí mi corazón
no es más que un diente de león
teñido de carmín y rosas-
.
iré al otro lado
y desde allí contaré cada piedra
y cada rayo de luna que decoraron mi camino
tenderé sobre las ramas
cada gesto y aroma que alguna vez me alborotaron
y veré cómo mis sueños
se adormecen sobre los lirios
iré al otro lado
.
no sé si vuelva
al borde del arroyo
.
dejaré que mis pies toquen el agua
-si tan solo eso bastara
para limpiar el alma de todo pecado-
.
en la orilla
arrojaré un poema al aire
y veré cómo en vez de convertirse en pájaro
se aleja perdido en nubes de lluvia y fantasmas
-desde allí mi corazón
no es más que un diente de león
teñido de carmín y rosas-
.
iré al otro lado
y desde allí contaré cada piedra
y cada rayo de luna que decoraron mi camino
tenderé sobre las ramas
cada gesto y aroma que alguna vez me alborotaron
y veré cómo mis sueños
se adormecen sobre los lirios
iré al otro lado
.
no sé si vuelva
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