Imagínate
que un día,
de buenas a primeras,
el lenguaje velado
del viento
hace nido en tu lengua,
la utiliza,
habla a través de ella.
Imagínate.
El lenguaje velado del viento y tu lengua
siendo lo mismo.
¿Acaso no te llevarías por delante
-dibujando en el aire seco manotazos-
a los grotescos peluquines de la mentira?
Le pasa eso tan sumamente divertido.
Si quieres saber la verdad del viento,
hazle tu amigo.
(Siempre guarda reservas de aire puro
en el bolsillo).
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2 comentarios:
Descubro este blog ahora..
Me ha sorprendido ver estos poemas míos aquí. Dos de ellos los había descartado, porque a veces me entran ataques de autocrítica, pero ahora que los veo no están tan mal. Seas quien seas, gracias.
Gracias a ti.
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