Javier Calvo Labat RAZONES POR LAS QUE NO ESCRIBO POESÍA SOCIAL

Ya que tanto insistes
en que escriba poesía
social voy a explicarte
por qué escribo poemas
de amor únicamente.

Escribo poemas de amor,
entre otras muchas cosas,
porque al tiempo que a Juan Gelman
la Triple A argentina
en plena dictadura
llovía y le mataba
las ganas los amigos
el hijo con la nuera
gorriones
mientras le
mataban un poquito
a él, lo exiliaban,
Juan Gelman todavía
seguía componiendo
poemas a una mujer,
a una mujer que amaba.

Quiero escribir poemas
de amor únicamente,
entiende lo que te digo
“de amor
ú-ni-ca-men-te”
porque una vez el nazi
Albrecht Von Kesselring
mariscal que ocupó Italia
(cuyos hombres calcinaban
civiles italianos,
que más tarde fue juzgado
por un tribunal de guerra)
se negó en su retirada
a volar el Puente Vecchio
de Florencia, según dicen,
por pensar que no podía
destruir algo tan hermoso.

Debo,
además,
escribir poemas de amor,
-y esta es una razón importante-
porque se trata de algo inútil.

COMPLETAMENTE INÚTIL.

Y los curas de mi escuela
todos
y cada uno
de los curas de mi escuela
así como mi madre, mi padre
la clase política en bloque
de mi país
la Banca, mis amigos,
aquellos que no lo son
lo mismo que dos chiquillas
a las que di un poema de amor
que no sé aún si leyeron
que no sirvió para nada
hubieran preferido
que en lugar de dos poemas
de amor hubiera empleado
el tiempo en cualquier otra cosa
útil
o un poco útil.

Todo eso es cierto.

Pero mucho más allá
de Gelman y la Banca
los curas de mi madre
el nazi del que hablaba
del resto de razones
que he escrito antes
repito por encima
de ellas,
de todas ellas,
escribo poemas de amor
por la inmensa seguridad
del que se sabe con la conciencia
y las espaldas protegidas:

David González ya
está ahí afuera,
gritando en cada poema

y no va a morirse nunca.